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Introducción
La industria de los taxis aéreos eléctricos, también conocidos como eVTOL (Electric Vertical Take-Off and Landing), prometía una revolución en la movilidad urbana. Sin embargo, recientes acontecimientos en Supernal, la subsidiaria de Hyundai enfocada en esta tecnología, han revelado una realidad mucho más compleja. A pesar de contar con una inversión multimillonaria y algunos avances tecnológicos significativos, la falta de liderazgo estable y una estrategia clara han puesto en jaque el futuro del proyecto. Este artículo analiza en profundidad el caso de Supernal y lo que revela sobre los desafíos estructurales que enfrenta el sector eVTOL.
1. ¿Qué es un eVTOL y por qué importa?
Los vehículos eVTOL son aeronaves eléctricas capaces de despegar y aterrizar verticalmente, lo que los convierte en una solución atractiva para el transporte urbano en ciudades congestionadas. Estos vehículos forman parte de la llamada Movilidad Aérea Urbana (UAM, por sus siglas en inglés), un campo emergente que promete reducir los tiempos de traslado y disminuir la huella de carbono.
Un ejemplo destacado es Joby Aviation, empresa que ha desarrollado prototipos con capacidad para cinco pasajeros y que ha recibido inversiones de compañías como Toyota y Delta Airlines. La propuesta de valor es clara: movilidad limpia, rápida y menos dependiente de infraestructuras terrestres.
Sin embargo, como veremos con el caso de Supernal, el potencial tecnológico no garantiza el éxito si no se acompaña de una ejecución empresarial sólida.
2. Supernal: El proyecto estrella de Hyundai
Supernal nació como una apuesta estratégica de Hyundai Motor Group para ingresar al mercado de movilidad aérea avanzada. Fundada con un compromiso financiero de $6 mil millones hasta 2028, la empresa tenía como objetivo lanzar un servicio comercial de taxis aéreos para finales de esta década.
La visión incluía vehículos eléctricos autónomos, interconectados con otras formas de transporte urbano. Hyundai aspiraba no solo a fabricar vehículos, sino a crear un ecosistema completo que incluyera infraestructura, software y servicios.
No obstante, a pesar de contar con el respaldo de un gigante automotriz, Supernal ha sufrido una serie de reveses que ponen en duda la viabilidad del proyecto.
3. El terremoto en el liderazgo
La salida de ejecutivos clave como el CEO Jaiwon Shin, el CTO David McBride, y recientemente Jaeyong Song y Tracy Lamb, ha generado un vacío de liderazgo difícil de ignorar. Estas salidas no solo afectan la moral interna, sino que también envían señales preocupantes al mercado y a los inversionistas.
Particularmente preocupante es la salida de Song, quien tenía más de una década de experiencia en el ecosistema Hyundai-Kia. Su partida sugiere una pérdida de confianza institucional en el proyecto.
La rotación constante de ejecutivos es una señal clara de desalineación estratégica y problemas de gobernanza, dos factores letales para cualquier startup, especialmente en una industria tan intensiva en capital como la eVTOL.
4. Un año de crisis tras crisis
2025 ha sido, sin duda, el año más catastrófico para Supernal. Después de lograr un vuelo de prueba exitoso en marzo, la empresa cerró su sede en Washington D.C., despidió a decenas de empleados y pausó todo el programa de desarrollo en septiembre.
Esta secuencia de eventos no es típica de una startup en fase de ajuste, sino de una empresa que enfrenta una crisis estructural. El contraste entre el éxito técnico y el colapso operativo sugiere una desconexión profunda entre ingeniería y gestión empresarial.
La falta de continuidad en el roadmap tecnológico y comercial pone en peligro no solo el futuro de Supernal, sino también la credibilidad de Hyundai en este nuevo mercado.
5. La paradoja de la inversión masiva
Uno de los aspectos más desconcertantes del caso Supernal es que todo esto ocurre a pesar de una inversión de $6 mil millones asegurada hasta 2028. Hyundai incluso ha comprometido $21 mil millones en Estados Unidos para iniciativas tecnológicas, incluida la movilidad aérea.
Normalmente, una inyección de capital de esta magnitud debería garantizar estabilidad. Pero el caso de Supernal demuestra que el dinero no reemplaza una estrategia clara ni un liderazgo cohesionado.
Esto subraya la importancia de la disciplina operativa. Sin una ejecución precisa, incluso los proyectos con financiamiento sólido pueden fracasar.
6. Comparativa con otros actores del sector
Mientras Supernal enfrenta turbulencias, otras empresas del sector están en diferentes etapas de desarrollo. Joby Aviation, por ejemplo, ha asegurado acuerdos con el Ejército de los EE. UU. y con aerolíneas comerciales. Archer Aviation ha recibido respaldo de Stellantis y ha presentado cronogramas claros para sus lanzamientos.
En contraste, compañías como Volocopter y Lilium han sufrido colapsos financieros o han sido adquiridas tras declararse insolventes. El patrón es claro: sin una base financiera y operativa sólida, incluso la mejor tecnología puede quedar en la nada.
Esto convierte al caso Supernal en un espejo para toda la industria: el éxito no depende solo del producto, sino del modelo de negocio y la ejecución estratégica.
7. La importancia de la continuidad de liderazgo
Uno de los aprendizajes más claros del caso Supernal es el papel crítico de la continuidad en el liderazgo. Las empresas con dirección estable han demostrado una mayor capacidad para atraer inversionistas, ejecutar sus hojas de ruta y adaptarse a cambios regulatorios.
Un estudio de McKinsey indica que las startups con liderazgo estable tienen entre 30% y 50% más probabilidades de alcanzar sus objetivos de mediano plazo. En el caso de Supernal, la rotación ha sido tan alta que ha impedido consolidar una cultura organizacional coherente.
La estabilidad ejecutiva es, por tanto, un indicador tan importante como el avance tecnológico, especialmente en industrias emergentes.
8. La disciplina del capital como factor de éxito
A pesar de contar con recursos financieros significativos, Supernal ha demostrado problemas en la asignación eficiente del capital. Los despidos y reubicaciones masivas reflejan una falta de planificación a largo plazo.
En comparación, empresas como Joby han seguido una estrategia de crecimiento gradual, priorizando pilotos de prueba y acuerdos institucionales antes de escalar. Esto les ha permitido evitar despidos masivos y mantener la moral del equipo.
La lección es clara: no se trata solo de tener dinero, sino de saber cómo y cuándo usarlo.
9. El timing del mercado importa
Supernal apuntaba a un lanzamiento comercial en 2028, una estrategia que podría haber sido prudente si se acompañaba de avances regulatorios y de infraestructura. Sin embargo, la pausa en el desarrollo amenaza con hacerles perder el momentum frente a competidores que ya están en fases avanzadas.
El timing, en este caso, no es solo una cuestión de calendario, sino de posicionamiento estratégico. Perder años clave puede traducirse en pérdida de cuota de mercado y relevancia tecnológica.
Para sobrevivir, Supernal necesita acelerar su reestructuración y definir un nuevo calendario operativo realista pero competitivo.
10. Repercusiones para Hyundai
Para Hyundai, el fracaso de Supernal podría tener implicaciones reputacionales y financieras. La empresa ha apostado por diversificar su portafolio hacia tecnologías limpias y de movilidad avanzada. Un colapso en esta unidad podría afectar otros proyectos emergentes.
La compañía enfrenta ahora una disyuntiva estratégica: duplicar la apuesta con nuevo liderazgo y recursos, o replantear completamente su enfoque en movilidad aérea.
Las decisiones que tome en los próximos meses definirán su rol en el futuro del transporte urbano.
11. Reflexiones para inversionistas tecnológicos
El caso Supernal es un recordatorio de que, en industrias emergentes, los riesgos no son solo tecnológicos, sino también organizacionales. Para los inversionistas, esto implica mirar más allá de los prototipos y evaluar la fortaleza del equipo directivo, la claridad de la estrategia y la capacidad de ejecución.
Startups con liderazgo cambiante, sin indicadores claros de rendimiento y con una cultura organizacional débil, representan riesgos mucho mayores, incluso si tienen tecnología prometedora.
La inteligencia para invertir en el sector eVTOL debe incluir una evaluación integral de factores humanos y estructurales.
12. Conclusión y perspectivas futuras
Supernal podría convertirse en una advertencia para toda la industria eVTOL: sin una ejecución sólida, incluso los proyectos mejor financiados pueden fracasar. Para Hyundai, este es un momento de redefinición. Para inversionistas y competidores, es una oportunidad de aprender y ajustar estrategias.
La movilidad aérea aún tiene un futuro prometedor, pero solo las empresas que logren combinar innovación, liderazgo estable y disciplina operativa estarán en condiciones de liderarlo.
La próxima fase será decisiva: o Supernal se transforma y recupera el momentum, o pasa a engrosar la larga lista de promesas tecnológicas que nunca despegaron.