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Introducción
La salida de Ulili Onovakpuri de Kapor Capital representa un hito clave para el mundo del venture capital enfocado en impacto social. Su liderazgo transformador no solo redefinió cómo se invierte en startups con propósito, sino que también demostró que la diversidad y la inclusión pueden ser pilares estratégicos en el ecosistema tecnológico. Este artículo analiza las implicaciones de su partida, el legado que deja y los desafíos que enfrenta el sector en un momento de transición crítica.
1. El ascenso de Ulili Onovakpuri en Kapor Capital
Ulili Onovakpuri comenzó su trayectoria en Kapor Capital como principal hace más de una década. Su ascenso al rol de managing partner fue el resultado de años de compromiso con la misión de la firma: invertir en innovación que combata desigualdades estructurales. Junto a Brian Dixon, lideró la transición generacional tras el retiro de los fundadores Mitch Kapor y Freada Kapor Klein.
Durante su liderazgo, Onovakpuri cerró un fondo de $126 millones, uno de los más grandes en el nicho de impacto social, y consolidó una cultura inversora que prioriza métricas de diversidad, equidad e inclusión (DEI). Esta visión se tradujo en más de 170 empresas invertidas, con un enfoque claro en fundadores subrepresentados.
Su historia es un caso ejemplar de cómo las mujeres afrodescendientes pueden romper techos de cristal en sectores tradicionalmente dominados por hombres blancos. Su partida deja una vara alta para futuras lideresas en venture capital.
2. Kapor Capital: Más que una firma de inversión
Kapor Capital se ha destacado por su enfoque en el capital con propósito. Desde su fundación en Oakland, la firma se propuso invertir en empresas que no solo generen retorno financiero, sino también impacto social tangible. Educación, salud, justicia y tecnología financiera han sido sus principales frentes de acción.
El portafolio de Kapor Capital incluye casos como Cayaba Care, una startup que mejora la atención materna en comunidades marginadas, o Formlabs, que democratiza la manufactura avanzada a través de impresoras 3D asequibles. Estas inversiones no son casuales: responden a una tesis clara de que la innovación debe beneficiar a quienes tradicionalmente han sido excluidos.
Con Ulili al frente, la firma fortaleció su posicionamiento como pionera de un modelo de venture capital que va más allá del lucro, sin comprometer la rentabilidad. En muchos sentidos, redefinió lo que significa “éxito” en este sector.
3. Liderazgo inclusivo: Más allá de la representación
El enfoque de Onovakpuri no se limitó a aumentar la representación de grupos minoritarios. Fue más allá, implementando estructuras operativas que mitigaran el sesgo en la toma de decisiones. Esto incluyó procesos de contratación más inclusivos y métricas obligatorias de DEI para todas las empresas del portafolio.
Un ejemplo concreto fue la creación de plataformas que conectaran talento diverso con startups emergentes, facilitando oportunidades que de otra forma no existirían. Este tipo de conectividad comunitaria se convirtió en una ventaja competitiva para Kapor Capital.
El liderazgo inclusivo de Onovakpuri dejó un modelo replicable: no basta con tener diversidad en los números, también se necesita una cultura de inclusión que fomente innovación y resiliencia.
4. Innovación financiera con impacto social
Otro de los aportes clave de Onovakpuri fue su exploración de modelos financieros alternativos. En lugar de depender exclusivamente de rondas tradicionales de inversión, promovió instrumentos convertibles vinculados a hitos sociales. Estos modelos permiten alinear mejor los intereses entre inversores y fundadores.
Por ejemplo, algunas inversiones se estructuraron de manera que el retorno financiero dependiera también del cumplimiento de metas sociales, como la contratación de personal diverso o la expansión en comunidades vulnerables. Esta innovación redefine el riesgo y el retorno en emprendimientos de impacto.
El resultado fue un portafolio más robusto, resiliente a fluctuaciones del mercado y alineado con valores éticos. Esta fórmula innovadora podría marcar el futuro del venture capital responsable.
5. El impacto de su salida en el ecosistema
La renuncia de Onovakpuri plantea interrogantes inmediatos. ¿Podrá Kapor Capital mantener su misión sin una de sus principales arquitectas? Aunque Brian Dixon continúa al mando, la pérdida de una figura tan influyente podría afectar la credibilidad del fondo entre fundadores diversos.
Además, el contexto actual no es favorable: los fondos ESG enfrentan cada vez mayor presión por mostrar retornos financieros sólidos, lo que podría generar tensiones entre impacto y rentabilidad. La salida de Onovakpuri podría interpretarse como un síntoma de esa tensión estructural.
Esta situación también representa una oportunidad para que nuevos actores tomen el relevo y profundicen la agenda de inversión inclusiva, pero el riesgo de retroceso es real si no se toman medidas claras para sostener el legado.
6. La importancia de métricas DEI en startups
Bajo la gestión de Onovakpuri, las métricas de diversidad, equidad e inclusión no eran opcionales. Cada startup debía reportar regularmente su progreso en áreas clave como composición del equipo, brechas salariales y cultura organizacional.
Estas métricas permitieron a Kapor Capital tomar decisiones más informadas y detectar señales de alerta tempranas. Por ejemplo, startups con baja retención de talento diverso recibían apoyo específico para mejorar sus prácticas internas.
Este enfoque basado en datos demostró que la inclusión no es solo un ideal ético, sino una palanca real de rendimiento empresarial. En un mercado cada vez más competitivo, las empresas inclusivas tienen mayor capacidad de adaptación y creatividad.
7. Riesgos de desvío del propósito inicial
Uno de los mayores peligros tras la salida de Onovakpuri es que Kapor Capital pierda su enfoque original. En un entorno donde muchos fondos priorizan el rendimiento financiero, existe la tentación de diluir el compromiso con el impacto social.
Ya se han visto casos en otras firmas que, tras cambios en la dirección, abandonaron sus principios fundacionales en favor de estrategias más agresivas. Si Kapor Capital cae en esta dinámica, podría perder su diferenciador más fuerte.
El desafío será mantener una gobernanza que proteja la misión incluso en ausencia de sus líderes visionarios. Para ello, la transparencia y la participación de stakeholders externos serán fundamentales.
8. Nuevas oportunidades para fondos emergentes
La salida de una figura tan influyente también abre espacio para el surgimiento de nuevos liderazgos. Fondos emergentes liderados por mujeres, personas racializadas o comunidades LGTBIQ+ podrían captar el interés de limited partners que buscan continuidad en la inversión con propósito.
Además, el momento coincide con movimientos similares en otras firmas como Intel Capital, lo que sugiere una reconfiguración más amplia del ecosistema de inversión. Estamos ante una oportunidad histórica para diversificar no solo el portafolio, sino también la estructura del capital.
Estos nuevos fondos pueden aprovechar el vacío dejado por figuras como Onovakpuri para proponer modelos más horizontales, participativos y centrados en el bienestar colectivo.
9. Recomendaciones para inversores y emprendedores
Los inversores deben auditar sus prácticas DEI y asegurarse de que sus fondos mantengan el rumbo hacia un impacto genuino. Esto incluye exigir reportes detallados, participar en la gobernanza y apoyar iniciativas que refuercen la cultura de inclusión.
Por su parte, los emprendedores deben buscar alianzas con fondos alineados con sus valores. Trabajar con inversores que entienden el contexto social en el que operan puede marcar la diferencia en el éxito a largo plazo de sus empresas.
Ambos actores tienen la responsabilidad de proteger y expandir el legado de inclusión que figuras como Onovakpuri dejaron en el ecosistema.
10. Políticas públicas e incentivos fiscales
Los reguladores también juegan un rol clave. Es necesario que existan políticas fiscales que premien a fondos con estructuras de gobernanza compartida, donde las comunidades impactadas tengan voz y voto.
Además, se pueden crear fondos públicos de coinversión que prioricen startups lideradas por mujeres o personas racializadas, como ya ocurre en países como Canadá y el Reino Unido. Estas medidas no solo equilibran el acceso al capital, sino que también estimulan la innovación social.
Una política pública bien diseñada puede ser el catalizador que el sector necesita para sostener el impulso transformador iniciado por líderes como Onovakpuri.
11. El rol del storytelling en el venture capital
Ulili Onovakpuri no solo transformó estructuras: también cambió narrativas. Su presencia en medios, conferencias y redes sociales visibilizó que el venture capital puede y debe ser un vehículo para la justicia social.
El storytelling ha sido clave para atraer talento, inversores y aliados estratégicos. Las historias de éxito de empresas como Cayaba Care no solo inspiraron, también demostraron que el impacto puede ser medible y rentable.
Continuar contando estas historias —y crear nuevas— será fundamental para mantener vivo el espíritu de transformación que ella impulsó.
12. Conclusión: Un legado que trasciende
La salida de Ulili Onovakpuri es mucho más que un cambio de liderazgo: es un punto de inflexión para el futuro del venture capital con impacto social. Su legado demuestra que es posible combinar ética, inclusión y rendimiento financiero dentro de un mismo modelo de inversión.
El desafío ahora es colectivo. Inversores, emprendedores, reguladores y sociedad civil deben trabajar juntos para que este modelo no solo sobreviva, sino que se multiplique. Porque, como ella misma demostró, cuando se invierte con propósito, se transforma el mundo.
