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Introducción
En los últimos años, la movilidad aérea urbana ha emergido como una de las promesas más disruptivas del transporte del futuro. Las aeronaves eVTOL (vehículos eléctricos de despegue y aterrizaje vertical) prometen reducir el tráfico urbano, disminuir la contaminación y transformar la forma en que nos desplazamos. Sin embargo, recientes acontecimientos como la crisis interna de Supernal, la startup de Hyundai dedicada a este sector, han puesto en evidencia los enormes desafíos que enfrenta esta industria emergente. Este artículo analiza en profundidad qué está ocurriendo en el entorno de los taxis aéreos eléctricos, por qué empresas como Supernal están tambaleando y qué implicaciones tiene esto para el futuro de la movilidad urbana.
1. ¿Qué son los eVTOL y por qué importan?
Los eVTOL son aeronaves eléctricas diseñadas para despegar y aterrizar verticalmente. Su objetivo principal es ofrecer una alternativa eficiente y ecológica al transporte urbano tradicional. A diferencia de los helicópteros, los eVTOL son más silenciosos, más baratos de operar y menos contaminantes, lo que los hace más adecuados para el uso cotidiano en ciudades densamente pobladas. Estos vehículos están siendo desarrollados por decenas de startups y gigantes de la industria aeroespacial y automotriz, con el sueño de convertirlos en taxis aéreos comerciales en un futuro cercano.
Empresas como Joby Aviation, Lilium, Volocopter y la propia Supernal han recibido miles de millones en inversión para desarrollar esta tecnología. En teoría, los eVTOL podrían reducir significativamente el tiempo de traslado en ciudades congestionadas, permitiendo a los usuarios viajar de un extremo de la ciudad a otro en minutos.
Sin embargo, su implementación real enfrenta barreras tecnológicas, regulatorias y financieras que están retrasando su llegada al mercado.
2. Supernal: La gran apuesta aérea de Hyundai
Supernal fue fundada como una iniciativa estratégica de Hyundai para diversificar su portafolio de movilidad más allá del automóvil. Establecida como una entidad independiente en 2021, su objetivo era liderar el desarrollo de taxis aéreos eléctricos y posicionarse como referencia en la movilidad aérea urbana global. Su propuesta se centraba en desarrollar aeronaves eVTOL para uso comercial a partir de 2028, un cronograma ambicioso que requería avances tecnológicos rápidos y sostenidos.
La compañía logró cierta notoriedad con el anuncio de su primer prototipo y la realización de pruebas de vuelo iniciales. Sin embargo, el proyecto aún estaba en etapas tempranas, sin haber completado vuelos completamente autónomos ni despegar sin cables de seguridad. Estos retrasos son críticos en una industria donde el tiempo y la innovación son factores clave.
El respaldo de Hyundai otorgaba a Supernal credibilidad y recursos, pero como veremos, ni siquiera ese apoyo pudo evitar los desafíos estructurales que enfrenta la empresa.
3. El colapso del liderazgo de Supernal
Uno de los eventos más críticos que marcaron la caída temporal de Supernal fue la salida de sus dos máximos líderes técnicos: Jaiwon Shin, CEO, y David McBride, CTO. La renuncia de Shin fue anunciada oficialmente, mientras que la salida de McBride ocurrió de forma más silenciosa, lo que sugiere tensiones internas profundas. Esta pérdida de liderazgo coincide con la suspensión total del desarrollo de aeronaves, evidenciando una crisis organizacional significativa.
El liderazgo en empresas de tecnología emergente es clave, no solo para guiar la visión, sino para asegurar la ejecución técnica y comercial. Perder a dos figuras clave en tan poco tiempo refleja un nivel de inestabilidad preocupante para inversores, empleados y socios estratégicos.
El hecho de que Hyundai esté buscando un nuevo CEO con “experiencia profunda en operaciones comerciales” indica que los problemas no fueron únicamente técnicos, sino también relacionados con la gestión y la ejecución del negocio.
4. Problemas estructurales y pérdida de talento
La crisis de liderazgo vino precedida de decisiones corporativas que ya presagiaban problemas. Durante el verano, Supernal despidió a decenas de empleados, lo que afectó a varios departamentos clave. Poco después, cerró abruptamente su sede en Washington D.C., un movimiento que sugiere recortes presupuestarios severos o una reestructuración estratégica forzada.
Estas acciones reflejan dificultades financieras y una posible pérdida de confianza por parte de la matriz Hyundai. Además, la reducción de personal en etapas tan tempranas de desarrollo puede retrasar aún más el avance tecnológico y debilitar la moral interna del equipo.
Según datos del mercado, más del 70% de startups de eVTOL han enfrentado recortes de personal en los últimos dos años, lo que indica una tendencia generalizada de sobreinversión inicial seguida de ajustes drásticos.
5. El primer vuelo… ¿demasiado tarde?
Supernal logró realizar el primer vuelo de su prototipo en 2024, un hito esperado que, sin embargo, ocurrió mucho después que sus principales competidores. Joby Aviation, por ejemplo, realizó sus primeras pruebas exitosas en 2020 y ha mantenido un ritmo constante de desarrollo desde entonces.
Aunque realizar un vuelo de prueba es un logro significativo, hacerlo sin alcanzar autonomía plena o sin eliminar los cables de seguridad plantea dudas sobre la madurez de la tecnología de Supernal. En una industria donde la percepción de avance es clave para atraer inversión, estas limitaciones pueden ser perjudiciales.
El retraso en el cronograma pone en duda la viabilidad de alcanzar la meta de lanzar servicios comerciales en 2028, forzando a Hyundai a reconsiderar su estrategia de implementación y comercialización.
6. Una industria que lucha por despegar
La crisis de Supernal no es un fenómeno aislado. Muchas empresas del sector eVTOL están enfrentando dificultades similares. Lilium, pionera en el sector europeo, cerró operaciones recientemente tras no lograr asegurar nueva financiación. Otras empresas han reducido personal, pausado programas o cerrado divisiones completas.
Solo unas pocas, como Joby o Archer Aviation, han logrado mantenerse con el respaldo de gigantes como Toyota o United Airlines. Pero incluso estas enfrentan desafíos regulatorios y técnicos que ralentizan su progreso hacia la comercialización.
La industria eVTOL promete mucho, pero aún está lejos de ser rentable. Según McKinsey, se estima que el mercado no alcanzará madurez comercial hasta al menos 2035, lo que implica más de una década de inversión sostenida y riesgos considerables.
7. El factor financiero: una barrera crítica
Desarrollar aeronaves eVTOL implica inversiones millonarias por cada etapa del proceso, desde diseño y prototipado hasta certificación y producción en masa. Estas exigencias financieras han colapsado a muchas startups que no contaban con un respaldo sólido o que sobreestimaron su capacidad de captar fondos a largo plazo.
Supernal contaba con el respaldo de Hyundai, pero incluso este soporte parece haber sido insuficiente frente a los desafíos de escalar una operación tan compleja. Las señales de ajuste financiero —como el cierre de oficinas y los despidos masivos— sugieren que incluso grandes conglomerados están reconsiderando su apetito por estos proyectos.
Para sobrevivir, muchas empresas están buscando asociaciones estratégicas o fusiones que les permitan compartir costos y acelerar el desarrollo.
8. El rol de la regulación y la infraestructura
Otro gran obstáculo para la industria eVTOL es la falta de una regulación clara y de infraestructura adecuada. Aunque organismos como la FAA en EE.UU. están trabajando para establecer marcos de certificación, aún no existen normativas específicas que permitan operar estos vehículos con fines comerciales a gran escala.
Además, la construcción de vertipuertos (infraestructura necesaria para el despegue y aterrizaje de eVTOL) es costosa y requiere planificación urbana a largo plazo. Sin estas condiciones, incluso las aeronaves más avanzadas no podrán operar de forma comercial.
Estas barreras externas hacen que el cronograma de comercialización se extienda aún más, aumentando el riesgo para los inversores y la presión sobre las startups del sector.
9. Hyundai ante un punto de inflexión
Para Hyundai, el revés de Supernal no es un simple error estratégico. Representa una amenaza directa a su ambición de posicionarse como líder en movilidad del futuro. La automotriz coreana ha invertido fuertemente en electrificación, conducción autónoma y ahora aviación urbana.
La pausa en Supernal podría ser una oportunidad para recalibrar su visión. En lugar de apresurarse a cumplir con fechas poco realistas, Hyundai podría optar por fortalecer los fundamentos tecnológicos y alinear sus esfuerzos con socios más experimentados en aviación.
Esta decisión también envía un mensaje importante a otras automotrices: incursionar en sectores emergentes requiere algo más que capital. Se necesita paciencia, experiencia y una ejecución impecable.
10. Lecciones clave para inversores y emprendedores
El caso Supernal ofrece lecciones valiosas. Primero, la innovación disruptiva exige horizontes de tiempo largos. Las startups que sobrevivan serán aquellas con expectativas realistas y una administración experta en ciclos largos de desarrollo.
Segundo, el capital no garantiza éxito. Incluso con el respaldo de una multinacional, el fracaso en la ejecución puede arruinar un proyecto prometedor. Tercero, la colaboración será clave: pocas empresas pueden desarrollar esta tecnología solas. Las alianzas estratégicas serán fundamentales para reducir riesgos y compartir conocimientos.
Estas lecciones son aplicables a cualquier industria emergente donde la tecnología aún está en fase experimental.
11. ¿Qué sigue para Supernal?
Con la salida de sus líderes y la pausa total del programa de desarrollo, el futuro de Supernal es incierto. Todo indica que Hyundai está evaluando una reestructuración profunda del proyecto. El nombramiento de David Rottblatt como COO interino es un paso temporal, pero no resuelve los problemas estructurales de fondo.
Supernal podría retomar operaciones en los próximos años si logra redefinir su hoja de ruta y atraer nuevo liderazgo con experiencia en aviación comercial. También es posible que Hyundai opte por fusionar el proyecto con otros esfuerzos internos o alianzas externas.
En cualquier caso, el proyecto necesitará una estrategia renovada, una visión más realista y un enfoque comercial más sólido para tener una segunda oportunidad.
12. Conclusión: entre promesas y realidades
El sueño de los taxis aéreos eléctricos sigue vivo, pero su camino hacia la realidad es más tortuoso de lo que muchos anticipaban. El caso de Supernal revela que incluso las empresas con los mejores recursos pueden tropezar si no cuentan con liderazgo sólido, una estrategia clara y un entendimiento profundo del entorno en el que operan.
La industria eVTOL aún tiene potencial, pero necesita madurar. Requiere estándares regulatorios, infraestructura urbana, tecnología confiable y sobre todo, tiempo. Para los inversores, emprendedores y grandes corporaciones, esta historia ofrece una advertencia clara: la revolución del transporte aéreo urbano será una maratón, no una carrera de velocidad.
Es momento de replantear las expectativas y construir desde la base una industria verdaderamente sostenible, segura y viable.