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Introducción: Del reparto urbano a la industria pesada
La evolución de la robótica autónoma ha tomado un nuevo rumbo con el cambio estratégico de Cartken, una startup que comenzó en el sector de entregas urbanas y ahora se posiciona como un actor clave en la automatización de procesos industriales. Este viraje no solo representa una adaptación ante desafíos operativos en entornos urbanos, sino también una respuesta a la creciente demanda de eficiencia en las cadenas de producción.
Cartken, fundada por exingenieros de Google en 2019, identificó un mercado desatendido tras observar cómo sus robots diseñados para la última milla eran utilizados con éxito dentro de plantas manufactureras. La necesidad de optimizar el transporte de materiales entre edificios y zonas de producción se convirtió en una oportunidad de negocio más rentable y escalable.
Este artículo explora en profundidad los motivos detrás del giro de Cartken, el impacto de sus nuevos productos en la industria y cómo este caso representa una tendencia más amplia hacia la automatización inteligente en entornos controlados. Desde estadísticas del mercado hasta casos de éxito, analizamos cómo la robótica móvil está redefiniendo los flujos logísticos industriales.
La génesis de Cartken: robots para la última milla
Cartken nació con el objetivo de resolver uno de los mayores retos del comercio electrónico: la entrega de última milla. Sus robots autónomos, compactos y eléctricos, fueron diseñados para operar en aceras urbanas y entregar alimentos, paquetes y mercancía ligera de forma eficiente y sin intervención humana.
En sus primeros años, Cartken colaboró con empresas como Uber Eats y operadores logísticos locales para implementar flotas de robots en ciudades como San Francisco y Miami. Sus dispositivos podían transportar hasta 20 kg y eran gestionados desde una plataforma basada en visión computacional, lo que les permitía navegar sin necesidad de sensores LiDAR costosos.
A pesar del interés inicial, el contexto urbano presentó desafíos importantes: congestión vehicular, vandalismo, regulación incierta y altos costos operativos. Estas dificultades limitaron la escalabilidad y rentabilidad del modelo urbano, motivando a la empresa a explorar nuevas aplicaciones de su tecnología.
Zonas industriales: un terreno fértil para los AMRs
La transición de Cartken hacia la robótica industrial comenzó de forma casi accidental. En 2023, ZF Lifetec, un fabricante alemán de componentes automotrices, utilizó los robots Courier de Cartken para transportar muestras entre edificios de su planta. Lo que empezó como una prueba piloto reveló un enorme potencial de eficiencia.
Los robots demostraron superar a los procesos manuales tradicionales en velocidad, precisión y costo operativo. En poco tiempo, uno de los robots Courier se convirtió en el más activo de toda la flota de Cartken, evidenciando una necesidad clara: automatizar el transporte interedificios dentro de instalaciones industriales.
Este caso no solo validó la funcionalidad de los robots en un entorno diferente al previsto originalmente, sino que también mostró que los entornos industriales ofrecen ventajas clave para la navegación autónoma: rutas predecibles, infraestructura controlada y menor incertidumbre en el entorno físico.
Ventajas competitivas de automatizar flujos internos
La automatización del transporte de materiales dentro de plantas industriales genera beneficios inmediatos. Según estudios del sector, estos flujos pueden representar hasta el 25% del tiempo total de producción. Automatizarlos permite reducir tiempos muertos, mejorar la trazabilidad y minimizar riesgos laborales.
Además, los AMRs (robots móviles autónomos) son altamente adaptables. A diferencia de sistemas fijos como cintas transportadoras o rieles, los AMRs no requieren modificaciones estructurales en las instalaciones. Esto reduce el costo de implementación y permite a las empresas escalar rápidamente sus operaciones.
Cartken capitalizó esta ventaja con una propuesta de valor clara: robots inteligentes, versátiles y sin necesidad de infraestructura adicional. Esta flexibilidad ha sido clave para atraer a clientes industriales que buscan soluciones rápidas, modulares y con retorno de inversión medible.
Cartken Hauler y Runner: soluciones diseñadas para industria
El cambio estratégico de Cartken se consolidó con el lanzamiento de dos nuevos productos: el Cartken Hauler y el Cartken Runner. Estas versiones fueron desarrolladas específicamente para operar en entornos industriales, tanto en exteriores como interiores.
El Hauler es un robot todoterreno con capacidad de carga de hasta 300 kg. Está diseñado para transportar materiales entre edificios, incluso en condiciones climáticas adversas. Su sistema de navegación basado en inteligencia artificial le permite gestionar rampas, superficies irregulares y obstáculos inesperados.
Por otro lado, el Runner está optimizado para operar en pasillos estrechos y zonas de almacenamiento. Su tamaño compacto y maniobrabilidad lo convierten en una opción ideal para almacenes, laboratorios y centros de distribución. Ambos robots utilizan la misma plataforma de navegación basada en visión, lo que facilita su integración y mantenimiento.
La alianza con Mitsubishi Electric: validación y escala
Uno de los hitos más importantes en la nueva etapa de Cartken fue la alianza con Mitsubishi Electric. En 2024, la filial Melco Mobility Solutions ordenó 100 unidades del Cartken Hauler para su implementación en plantas industriales de Japón a partir de 2025.
Esta colaboración no solo supone ingresos significativos, sino también una validación técnica y comercial del modelo. Mitsubishi también participó en una ronda de financiación de $22.5 millones, lo que refuerza el compromiso con el desarrollo y expansión de la tecnología de Cartken.
La inversión y adopción por parte de un actor industrial de gran escala como Mitsubishi demuestra que el enfoque de Cartken no es solo técnicamente viable, sino también comercialmente atractivo. Esta alianza también abre las puertas a nuevos mercados en Asia, donde la automatización está en auge debido a la escasez de mano de obra y el envejecimiento poblacional.
Mercado global de robótica industrial: oportunidad en crecimiento
El mercado de robots industriales está experimentando un crecimiento acelerado. Según estimaciones recientes, se espera que alcance los $98,820 millones para 2029. Este crecimiento está impulsado por la necesidad de aumentar la eficiencia, reducir costos laborales y mejorar la flexibilidad en las cadenas de suministro.
Tras la pandemia, muchas empresas han reevaluado sus procesos logísticos y productivos, optando por automatizaciones más ágiles y escalables. Los AMRs se presentan como una solución ideal, especialmente en sectores donde el transporte interno representa un cuello de botella.
Cartken se encuentra bien posicionado para capturar una porción significativa de este mercado, gracias a su tecnología probada, capacidad de adaptación y alianzas estratégicas. Su enfoque en nichos específicos como el transporte interedificios le permite diferenciarse de competidores más generalistas.
Japón como caso de uso: automatización por necesidad
Japón representa un caso emblemático de por qué la robótica industrial es más una necesidad que una opción. Con una de las tasas de natalidad más bajas del mundo y una población envejecida, muchas empresas japonesas enfrentan una escasez crítica de mano de obra.
En este contexto, los robots como el Hauler de Cartken ofrecen una solución inmediata. Su capacidad para operar sin necesidad de cambios en la infraestructura existente los convierte en una opción viable para plantas que no pueden permitirse paradas prolongadas ni grandes inversiones iniciales.
Además, el enfoque modular de Cartken permite a las empresas japonesas adaptar rápidamente sus operaciones a cambios de demanda y condiciones externas. Esto es clave en un país donde la resiliencia operativa es considerada una ventaja competitiva.
Datos, algoritmos y robustez algorítmica
Uno de los activos más valiosos de Cartken es su plataforma de navegación basada en visión computacional. A diferencia de otros sistemas que dependen de sensores LiDAR costosos, su tecnología utiliza cámaras y algoritmos de inteligencia artificial para entender y adaptarse al entorno.
Los datos recopilados durante años de operación en entornos urbanos complejos, como las calles de Tokio o San Francisco, han servido para entrenar y robustecer los modelos de navegación. Esto les otorga una ventaja competitiva significativa al ingresar a entornos industriales más controlados.
Esta reutilización de tecnología y datos representa una estrategia inteligente: aprovechar el aprendizaje de mercados masivos para ofrecer soluciones más sólidas en sectores con mayores márgenes y menor competencia.
Lecciones para startups tecnológicas
El caso de Cartken ofrece valiosas lecciones para emprendedores tecnológicos. Primero, demuestra la importancia de la flexibilidad estratégica: estar dispuesto a pivotar en función de la demanda real del mercado puede ser la clave del éxito.
Segundo, resalta el valor de construir tecnología modular y adaptable. Al no depender de hardware específico, Cartken pudo escalar rápidamente y adaptar su solución a nuevos entornos sin rediseñar toda la arquitectura.
Finalmente, muestra que los ciclos de venta en el sector industrial pueden ser más rápidos y predecibles que en el B2C, siempre que la propuesta de valor esté claramente alineada con el retorno de inversión esperado por el cliente.
Impacto económico: ROI y eficiencia operativa
Desde el punto de vista económico, la implementación de AMRs como los de Cartken puede generar un retorno de inversión en cuestión de meses. En implementaciones piloto, se han observado reducciones de hasta un 30% en tiempos muertos dentro de la cadena de producción.
Además, al liberar a los empleados de tareas repetitivas y poco productivas, se mejora el uso del capital humano y se reducen los accidentes laborales. Esto no solo mejora la eficiencia, sino también el ambiente de trabajo.
Con costos de implementación más bajos que otras soluciones automatizadas, los AMRs representan una inversión atractiva incluso para medianas empresas industriales. Cartken ha demostrado que la robótica no es exclusiva de grandes corporaciones tecnológicas.
Conclusión: el futuro está en el movimiento inteligente
El giro estratégico de Cartken hacia la robótica industrial no solo ha sido acertado, sino que marca una tendencia creciente en el sector tecnológico: reutilizar tecnología probada en nuevos contextos donde puede ofrecer mayor valor.
Con alianzas clave, productos adaptados y una plataforma robusta, Cartken está posicionada para liderar la automatización del transporte interedificios en fábricas, laboratorios y centros logísticos. Su historia es un ejemplo de cómo la innovación basada en datos reales puede transformar por completo el rumbo de una empresa.
Para fabricantes, emprendedores e inversores, este caso ofrece una hoja de ruta clara: apostar por soluciones inteligentes, flexibles y alineadas con los desafíos del presente industrial. El futuro de la productividad se mueve sobre ruedas autónomas.